¿Sabías que aunque creas que eres vegetariano o vegano al 100% si consumes cereales, frutas o verduras
no ecológicos estás ingiriendo inadvertidamente derivados de origen animal?
La culpa es del POEA, un surfactante utilizado en el ubiquo herbicida Roundup con el que se rocía no sólo cultivos transgénicos, sino también al trigo para
aumentar el número de cosechas por año. También es generosamente esparcido en parques, jardines públicos y carreteras.
El Glifosato, el ingrediente activo del Roundup, ha sido calificado de cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud.
A Dios gracias algunos
Ayuntamientos ya están prohibiendo su uso.
El POEA (del inglés Polyethoxylated tallow amine, donde tallow significa grasa animal), como su propio nombre indica, está derivado de la grasa animal.
El POEA debería preocuparte igualmente aunque te decantes por los chuletones porque se ha demostrado que es citotóxico para las células, y en dosis menores que su primo más famoso el Glifosato, además de potenciar los efectos tóxicos del mismo.
El POEA causa hemólisis (ruptura de de la membrana de los glóbulos rojos), lo que disminuye la cantidad de oxígeno que se transporta en el cuerpo. Como los requerimiento de oxígeno del cerebro son muy elevados la carencia de oxígeno podría originar problemas neurológicos.
La lista de efectos perniciosos del POEA es larga... Destruye la enzima citocromo P450 en el
hígado, necesaria para desintoxicar toxinas. Y no contento con eso impide que se use el glutatión, que como dijimos
hace un par de boletines es el antioxidante maestro que genera el cuerpo.
Si lo que has leído hasta aquí no crees que te vaya a quitar el sueño decirte que el POEA destruye el triptofán, aminoácido necesario para producir las hormonas serotonia y melatonina. La melatonina es generada por la glándula pineal durante la noche. No producir suficiente melatonina durante la noche puede conducir a problemas de insominio, y no producir suficiente serotonina durante el día a
depresión.