Aunque dicen los supersticiosos que trae mala suerte brindar con agua, me gustaría hacer un brindis por la nueva versión del Vitalizer, que ahora se llama
Vital Water Plus, y que ha cambiado su diseño para generar no solamente agua hexagonal vitalizada sino también rica en hidrógeno.
¡Happy hour! Dos por el precio de uno.
Me llevan ya tiempo preguntando por el agua hidrogenada, de la que cada vez se habla más, pero como no soy de las que se apuntan a ciegas a la última moda, llevo tiempo investigando las
supuestos beneficios del agua rica en hidrógeno, que a primera vista parecen demasiado buenos para ser verdad.
Pues bien, estamos de suerte porque la investigación sobre el hidrógeno está muy avanzada actualmente y se sustenta sobre una sólida y probada base científica. Muchos investigadores incluso están convencidos que en el hidrógeno se halla el futuro de la salud.
Pues una vez que quedé convencida de los muchos beneficios que aporta el agua hidrogenada me enfrentaba a lo más duro: encontrar una fuente fiable para generar agua hidrogenada en casa. Como en el caso del
ozono o de la plata coloidal prefiero siempre que sea posible un aparato generador, ya que resulta a la larga de un coste menor (y menor carga medioambiental al evitar embalajes) que comprar los productos ya preparados.
El problema es que no quería renunciar a
mi agua hexagonal vitalizada, ya que realmente mi cuerpo nota la diferencia con el agua muerta por muy filtrada o embotellada que sea. Con lo que tendría que utilizar un aparato para hidrogenar el agua y luego el Vitalizer para vitalizarla. Demasiado tiempo y dinero (por no hablar de buscar otro espacio en la cocina). Es por eso que estoy tan entusiasmada con el nuevo Vital Water Plus, que ha resuelto elegantemente mi dilema, con lo que ahora el mismo aparato se ocupa de todo.
Acabo con una frase de Jonathan Swift (sí, el autor de los "Viajes de Gulliver"), que se usa en algunos países para brindar:
"Que vivas durante todos los días de tu vida". Y es que la mayoría nos hemos resignado a sobrevivir cada día (odio la cara de resignación del llamémosle Pepe cuando le preguntan cómo va y contesta "aquí tirando") en lugar de aspirar a vivir plenamente al tope de nuestra energía y posibilidades todos y cada uno de los días de nuestra vida. Mi misión en la vida es ayudarte a hacer realidad este brindis.