La vitamina C, una vieja amiga en los círculos de salud natural, funciona como antioxidante al eliminar los temidos radicales libres. Aunque es imposible evitar por completo los radicales libres, un exceso puede destruir el colágeno y la elastina de la piel, lo que causa arrugas, piel flácida y líneas de expresión. Por otro lado, la
vitamina C interviene en la síntesis del colágeno. El colágeno es una proteína de suma importancia, puesto que constituye un tercio de las proteínas del cuerpo. Se encuentra en mayor concentración en piel, cartílagos, tendones, ligamentos y huesos. Concretamente constitute el 75% de la piel, de ahí su importancia para mejorar y rejuvenecer el aspecto. Por esta razón el colágeno es conocido como la "proteína de la juventud". De hecho, algunos investigadores creen que el envejecimiento no es más que un declive en la producción de colágeno. Pues sí, la producción de colágeno empieza a disminuir a los 21 años (o a los 18 dicen algunos expertos). Cuando llegas a los 40 la pérdida media es del 1% al año.
Cuando se aplica tópicamente en la piel la vitamina C devuelve el brillo a una tez apagada, reduciendo la hiperpigmentación, la inflamación y disminuyendo el daño provocado por el sol 1.
La piel absorbe la vitamina C mejor en su forma de ácido ascórbico. Una máscara casera de fácil preparación ayuda a incrementar los niveles de vitamina C, estimulando la síntesis de colágeno en la zona tratada. Una solución mucho más barata y sobre todo menos dolorosa que las inyecciones de ácido hialurónico para dar volumen al rostro. Por no hablar de las infiltraciones de botox, una potente toxina que paraliza los músculos.
Simplemente mezcla ácido ascórbico con vinagre de manzana y aplica una fina capa en la cara, el cuerpo y el escote. Déjalo actúar durante 10-15 minutos y aclara con agua.
Después de la mascarilla aplica
aceite de coco para hidratar la piel, especialmente en caso de pieles sensibles. El aceite de coco también estimula la síntesis del colágeno y la reparación del epitelio, así como también mejora la capacidad antioxidante de las enzimas, razón por lo que ha sido usado durante siglos para la curación de heridas 2, 3, 4.
He comentado con anterioridad que
niveles altos del aminoácido homocisteína son un factor de riesgo de patologías cardiacas mucho mayor que el tan odiado colesterol. Pues bien, la homocisteína no sólo te puede provocar un infarto sino también envejecerte, ya que destruye el colágeno. Afortunadamente mantener la homocisteína bajo control es tan simple como suplementar con el complejo de
vitamina B
Fuentes:
1
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3673383/
2
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20523108
3
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12063927
4
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3732585/
La casa DrClark ofrece
vitamina C en polvo, ideal para la elaboración de la mascarilla.